Con razón delator

 

Entre los jacintos, los arcos corintios entre el esplendor de la vida en flor de elegante y bello, aquello sin precio que das a la vida por lo que te cuesta. Apuesta que nada cobra en sentimientos. Solo a su momento monumento luego.

Deleite y clamor del amor que empieza nada más nacer, y se nace el día de una vida propia y el acto siguiente es la misma copia...

Entre el desespero de haber esperado un día callado de lengua de otro, día demudado...

Y en los tiempos mudos todos fuimos sordos. 

En tiempos desnudos todos nos vestimos. 

Como el tiempo muere y queda el presente, 

a veces se siente todo el tiempo muerto.

En el desespero de esperar su lengua mengua de su besos de labios ilesos de hacerse a la cama, mil formas de amar llamar a los sueños, pequeño tac, tac ¿Quién llama a estas horas? Solas de la muerte

Suerte y perecer que una buena vida le sirva un ahora en la plenitud del derrumbamiento, miento como alud sobre el sentimiento puro de llorar. Dar entre los ojos flojos a la vida que al mirar se mueren

Cristal de la vida, servida al robot un ciborg Exonia Abril Ceremonia un alma en el chip, como hacer a Eva como la primera de su propia clase en base a la ley de la termodinámica de los artificiales

Algo sin caudal que es mejor que el hombre que no contradice y dice y actúa servido de datos algo tan barato que sirva a la raza de una caza nueva

La nueva extinción de lo inteligente Gente numerada era en una granja, granjeada cerdos, pobres para comida Mida su programa

Llama v2 la solfa de rastros. De arrastrar la culpa multa los sonidos y en el sobresalto alto lo actuaba se daba a la vida gritando su canto en cuanto al idioma ninguno lo sabe lo que no les cave en el corazón en una emoción de ver lo brillante ante su locura

hiere por que cura asegura o mata aquello que muere que yo quiero antes. Solos de asesinos sino cada alma Malva por malvado, hado de su ser

en esta canción en la entonación que emocione otra, cobrase ser vida de servir de algo que salgo a vivir, en el recibir para redimirse e irse a servir, servil estribillo, autillo de voces, feliz y estridente al diente en el cuello de mordisco bello

un collar de dientes en un de repente se abría a su cuello catarata y sangre Hambre de vampiro, que le encanta el ajo Ojo de colonia en la ceremonia mono de fragancia Un emparedado como un corazón un emparedado en una pared que al maullar latía que metía al gato

así que su llanto se hizo encantamiento un trato animal denunciaba el día con la policía venía su Getter, gato de pared que al callar araña y luego el señor con su relatir que tiembla la casa, y al pasar la puerta le quito sus manos con la motosierra, serró su cabeza

ahora que lo piensa que quizá hizo ruido contra su defensa mató a sus vecinos y así lo hizo al barrio su estadio morido. Verse en las ciudades caudal de sus muertes. El corazón delator de sus tonterías