sábado, 20 de marzo de 2021

Subasta literaria

 


Vengo a traerle la misión encomendada, tantos poemas como quiera, tengo cinco nuevos, dos relatos casi terminados y una novela en construcción, como ve no me puede decir que no hago mi trabajo, es más, he traído dos poemas acabados, un medio relato y unos apuntes de esa novela de la que le hablo, sí, empecemos con los poemas verá que divinos;

Sin título de momento;

La calle rizada se daba la vuelta,

el giro raído de centro de plaza.

Las manos nudosas abren dedos

de ramajes esplendorosos y  a la

postre; estatua de niño con fuente

en la que se bañan pájaros salidos

del precioso nido de vida valiente.

Y en un banco errante, un poeta,

¿o no? Quién sabe, escribe, mira

y vuelve a escribir ¿no es hermoso?


Aterciopeladas nubes escapan a un cielo delimitado por la gloriosa visión de un horizonte plagado de incertidumbres, de imágenes estáticas en continuo movimiento, arrastradas a la memoria  por un viento que en adelante las maneja a sus extraños antojos. Este sería más o menos el preludio, ¿ostentoso?, del segundo de los poemas, que le parece ¿eh?, no ya sé que no es original, pero las originalidades se pagan más caras, ¿no cree? , en cuanto a los recursos, le diré que mirar el cielo, pero bueno demos continuidad a lo que hemos venido a hacer, aquí está: Mariposas mecánicas, ya sé que suena rara pero con esos trastos que vuelan más alto que los pájaros y con una visión tan acertada, hasta el calor corporal, sí como las serpientes pero con alas girando en un eje  que no es más que  pura mecánica, si ya sé que una persona ocupada en sus quehaceres no tiene tiempo para las  disertaciones de  un viejo poeta como yo, pero que le vamos a hacer, sí aquí está:

El ruido de unas alas de plástico  que giran con la promoción de los cacharros.
Los ojos que operan en la distancia dividida, mientras el joven con sus mandos recorre los cielos, él el aparato cual mariposa de oferta se cierne a vigilar en las alturas, se asoma a las ventanas, alcanza los cuartos que dan a los balcones   y en el campo oblicuo de una persiana abierta descubre al calor, cuatro invitados sentados a una mesa, curiosidad o diligencia, nunca se sabe y sí, este cacharro también tiene oídos, finos de los que atraviesan las paredes de hormigón, el metal no, pero desde cuando las paredes se recubren de metal, y ella una mujer de las dos parejas dice:

_no, desde que lo despidieron no es más que un objeto, pobre, como si con mi sueldo no nos llegara para vivir bien los dos, sí, todas sus esperanzas muertas…como la Céspedes y su tumba… sí, el caso es que ahora le da por sentirse sepultado ¿no es gracioso?...vaya con la tumba de cinco habitaciones, dos salones, la cocina y siete cuartos de baño…sí realmente es una lujosa sepultura… y lo de escribir se murió, pero si es ahora corazón mío cuando tiene todo el tiempo del mundo, pero no, la libertad de sus aspiraciones literarias está presa, atada  a la monotonía de la arquitectura de lo presente…muy poético, pero el pobre prefiere ser parte del escenario, sin un papel importante, un actor de segunda  al que le quitan las frases los decorados… y él que iba a decir; Aquí tiene, se queda de pie y la vista que empuja la frase, que para qué decirla si esta nueva visión de un paisaje tiene más melodía que la voz arcaica que se contradice, la propia voz de la puesta en escena…Sí patético, que se le va a hacer .¿Eh, Juan?.

Y el pobre en la niebla de un cigarro que le entra al ojo, callado, sin otro afán que el de convertirse en estrella, no de las pretenciosas llenas de admiradores, no, las que en el vuelo oblicuo de la noche titilan moribundas o ya muertas, las que consiguen un espacio después  del cataclismo, así una estrella presencial  de un cielo nocturno para los ojos soñadores…
La mariposa mecánica se aleja , bien grabado todo, y con la batería casi descargada, vuelve a la caja, la caja al maletero y después enchufada para sortear las noches …para declinar y apropiarse de partes de la vida, araña más que mariposa, pero tan hermosa ¿No crees?

¿Qué no tienes tiempo? y el argumento de mi nueva novelita, oh, que no te interesa, y estás qué ¿no valen nada?...Oh, el café…


Fin.


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