Una noche blanca como ancla del cielo, una cuna llena, nana del espanto. Rima el solivianto, como pantomima, la tarima al verso, su beso y su canto. Encanto te quiera amar con mi canto, en cuanto pudiera la voz del quebranto. Una noche sueña.
Una pena abruma una luna al canto al caldo la bruma de hechizo y de llanto.
Angosto no fuera si yo pudiera andar entre tus brazos, manos de tormentas. Peina las estrellas con laca cremosa que calca la crema que llena la gana y que gama leva, un organigrama Ecos de los logros, pequeños logrillos, loquillo y lacayo. Giras mareadas
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