No sé sí fue mi culto más profano, si soy un erudito aturullado, que se ha quedado obtuso por la fe, que solo ha de creer al individuo, de todo aquel amor que hay en la raza, del alma que desplaza todo el ser, amante neceser de sus desgracias.
No sé si existió alguna vez, si solo fuera pez del elemento que sabe el sufrimiento su pesar, que se vuelva a quedar como inundado de todo lo guardado como magma, de todo lo que se ama sin tener que prueba someter entre tinieblas las hebras de coser las arrogancias.
De gracia que le guarda la razón que son del corazón de la palabra. Saber que va vivirse por doler, volver a recorrer mi sufrimiento. Como florecimiento de morir que sabe al elixir de la belleza. #EternasLunas
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