La fresca y el pan, hambre panadero tierna entre sus manos se hacía la masa y ya no tenía que lo hacía a máquina que pena dijo la nena, mi pena menina que gusto del pan todo son caricias Oh que nueva pena mi nena menina.
Qué tristeza, dice la nena, mi pena menina, que el pan de antes ya no sea igual. Pero el panadero, con sonrisa fina, le asegura, el amor nunca será industrial.
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