En mi pecho de gorrión
late un corazón desconocido,
la perpetuidad se desvanece
y pronto el palpitar como
a cuestas de la mar que no hace orilla
deja de pulsar y se hace a las estrellas
que no brillan.
Atempera el viento, cuento con tu tiempo que sirva a mi aliento para decirlo alto, que falta en los huesos tu regreso en carne y aquello q...
No hay comentarios:
Publicar un comentario