domingo, 30 de marzo de 2025

 

Érase no sé que hacer que se fuera
como la primera de su cementerio.
Un cuento con canto, un llanto de pago,
al dolor lo intento, en el movimiento
de sentir pavor, mira del horror que al tenor fustiga,
que latiga el alma con calma voraz su perseguidor.
Llora cuando truena.

Sueña que le encanta, la planta del piso,
que pide permiso para residir,
redimir fantasmas, hablar con paredes,
mirar las redes por si caen los peces,
hablemos del vino, divino borracho,
al trago marea, al milagro pan
para bocadillos en sacos de Peter.

Los pequeños muebles de las maravillas,
secreter curioso para objetar los miedos,
dedos pequeñitos, verdadera magia,
pagar con caricias, Alicia y un gato,
un trato al ratón para comer paella,
de pobre conejo, se llamaba arroz,
atroz y gratis, cobra cuando muerde no.

sábado, 29 de marzo de 2025

 

Porque ves que miento que al caso no intento recuperarte del todo porque de otro modo ya me habría muerto.

Que cree en el temblor que siente en ello, aquello que estremece el interior, acaso es el rubor del desespero, de tenso que lo quiere demostrar aquellas sucursales del talento de reconocimiento artificial. Dilata y obliga diga que lo mata.

 

Si ruego el espanto, el juglar, el canto, el juego del verso que gane su tiempo, letrillas del cambio al campo del verbo la siembra en la voz que entona lo horrible. Contemplar rutinas, maniobras rancias, huele a melodía de día y sustancia, oyes como aborda con palabras sordas.

Al hambre sin ruido le estalló su centro y como sirena fue a contar su pena a la voz de encanto, a ese sueño santo antes de dormir que le hace sentir que el sueño es la guarda, que aguarda y le sueña.

Festín de tristezas.

 

Alegoría escoja para no alejarte. La es coja y no huye, la escoba, la casa, y pasa que fuera que juega a limpiar a sacar partido la mugre de hogar que arriesga el polvo como morbo blanco que ablanda la huella que calla por blanda, alegres funerales de respiros.

Organdí de organza cruda simpatía que si quería al contra poder sostener afuera como sufridera de eterno lamento.

Glotis modulares saltar a la estrella como a contra pelo de su corazón, la canción no es buena pero me la sé, aunque no la lea, te la cantaré; cantar es contar, actuar la voz, es sonar atroz que te va a encantar.

Un ruido desagradable (de acople que sople el cerebro) y a la vez responde para apoderarse. Climática del clímax en las cimas del orgasmo. Gárgaras desapretadas, de entrañar secretos. Firma un juramento una oración de postales. Portal del alma al pobre mortal.

jueves, 27 de marzo de 2025

De dos dedos de tierra de dos enterrados.

 

Autopista y chelo y un cielo de sangre. Llora boreal sobre su majado, le ha sabido mal. A cristal sin alma, sin cierta distancia, la elegancia, el flujo, aquellos dibujos de mano y placer. Prismas sin colores sus brotes de sombras. Formas de tinieblas. Magro del hechizo.

Por viejos senderos, cuervos y guitarras. Cruces del camino de vida marcada. Cada cual su mal que es quizás humano. Mano de sus dedos, dedos comparados. Canto que acaricia cuando laberinta. La cinta del miedo que el terror desata.

La voz le delata, la lata estraperlo y verla y soñarla mermelada de hadas y sal de las alas que saben a vuelos, al pelo en la lengua que después es asco.

Un camino y tregua de lenguas afuera lloviera en la sed como pez desecho y a la vez yo viera como lo lloraba que todo lo daba, como una aldaba en las cataratas. Cartas sin tregua que nunca compartas, y al abrir el alma le ensalma y aprieta, el verso, la colma, la forma del cielo.

Autopista y chelo, algo atropellado mancha de estraperlo verlo y omisión de atención focal que es ojal del genio pasar de puntillas, estribillo ello, el chelo, el cuchillo diez mil puñaladas, la visión de ducha, la lucha y la sangre, de algo herido que en gemidos previos.

La suerte es de cama cuando son amados, amar es el sueño de arropar su alma. Proteger sus sueños para despertar y afrontar los miedos.

martes, 25 de marzo de 2025

 

Será la resiliencia, como una residencia razonada, que vive otra jornada en el dolor, de aquella voz atroz que destronaba, que todo se supera con el duelo, que habrá un tiempo mejor para sufrir, y volver a existir para sentirlo. Aquellas añoranzas sufrideras. #VersoValhalla

Al son de epopeyas
vanaglorias vanas
los cantamañanas
celebrando el tiempo.
Campos de batallas
salmos de la muerte
la verdad es fuerte
quien sabe matar.
A luchar sus temas
a contar sus cantos
ensayar sus cuerpos
mientras se los matan.

Flotar por encanto
cuán una canción
suponía tanto
en su corazón,
la razón de media
mediante locuras
con sus magias previas,
abreviar la trama,
acabar grillado.
Halo de las alas
bipolar las vuelos,
los cielos tocayos
estrellan tu nombre.

Hoy cuenta la luna
la razón en pena,
plena en sus poderes
muestra en sus locuras,
la forma maestra,
de forma que fluye,
e influye y marea
que sea de marga
de amargor temprano
de ese humano siento
de comer las manos

domingo, 23 de marzo de 2025

 

La saca del baúl de los recuerdos.
Me acuerdo el corazón en una caja.
Reciente la osadía del placer
que puede parecer maravilloso
de todo aquel acoso referente
aquello que se siente conseguir
que se llegue a decir y que lo entiendan
que tiendan el aprecio sobre ti,
no tengan que decirte que te quieren
si sabes que se mueren sin tener
la suerte de volver a retenerlos.

Laureles de las mieles del deseo,
lo feo del amor a contra carne
de aquello que separa nos adentra
como en una placenta del placer
que puede florecer en los futuros
como aquel niño oscuro sin hacer
que viene de crecer como vampiro,
en las manos o en el corazón una estaca.

Encanto de cerca
la magia de lejos
el mundo de espejos
que nada reflejan.

Cantaba una pena
estrena un lo siento
llegado el momento
de no arrepentirse.

Carta de una culpa
bajo una sospecha
todo lo que acecha
por cata disculpa.

Aliento y engaño
orgullo y apaño
y tiña malvada
la espada y la guinda.

Casto del cariño
a la piel deseo
como en el trofeo
de su placidez.

Al llenar la pena
la vena en lo triste
la sangre que hiciste
para mirar la herida.

A la vez que fuera
lo sintiera dentro
como el epicentro
de quedarse hueco.

Que sube y lo siente
que tuvo en la frente
que se fue con ellos,
y hoy que sabe tarde
la risa cobarde
se acuerda de aquellos.

Y en una mazmorra,
el foso, el lamento,
el dolor en notas
rotas en el alma,
modulares cotas
la música sorda
de los elementos,
estremece y marga
que magma y emana
los pronunciamientos.

La saca del baúl de los recuerdos. Me acuerdo el corazón en una caja.

En un canto bello a la voz un cuanto que le sobra espanto le falta te quiero, y el amor es mucho si lucha por ello si amar lo pierde por quererlo tanto.

Ansía el rapaz en tiempos de paz afilar las garras, alcanzar al cielo algún torpe vuelo que corte el esmero, todo aquel azul a la luz arpía corazón de vías de carne y desgarro.

así como emoción que se compone para la conexión de tu placer poderte conceder pequeños gustos de aquellos precios justos de la vida. Suplica en el canto su espanto lo obliga que aquello que diga le suene a lamento.

Arpegios en fa, para la faringe.
Estreñir la boca y topar la voz
como un escalpelo al velo en la lengua
toca una campana, estragón de traga.
Dragar los recuerdos, como perforarlos.
Darlos en lo oral de corales formas.
Normas sin conducta justas y asumidas.
Vida de un gargajo.

Copla del acople, sople sobre el cuello,
es beso o mordisco que es bello y sucinto
recinto al placer sueña con la muerte.
Y al diente la rabia de entallar su cuello.
La flor del mordisco regada con sangre
en fruto a la carne en la tierra pudre.
La fruta madura compota de todo.

Tarros para nada, solo para guardarlos.
Tantos los recuerdos mirar el vacío.
Como huele el aire del desaire mismo.
Huele a muerte fresca o a una vida vieja.
Pobre podredumbre del acostumbrarse.




sábado, 22 de marzo de 2025

#PánicoSiniestro

 

Seres concertinos con sus rayos verdes
se pierden la luna en su cuna malva.
El círculo rojo parece una entrada
no pasaba nada por mirar infiernos,
en el mundo tierno también en el mal,
lo fatal y eterno, se canta por puro
como un juramento, como sedimento
de mentar hechizos al tendido oscuro,
al casar lo suyo casi todo es miedo,
al medio la muerte a la suerte en pena
que llena la vida y parece plena.
Abrir las cortinas de tercera clase.

El frío contacto, el pacto del turno
algo taciturno en la oscuridad,
será del pequeño el terror sin dueño
que adueña el amor con horror precioso.
Le apañó la herida que al tiempo infección,
la ocasión es justa y lo que nos asusta
es la pura muerte.

En el inframundo, las inmobiliarias.
Casas malditas para no habitantes.
Gente mala, la séptima pajarera.
Ecos del placer en ultra sonidos,
una ida fina como melodía
que en el corazón casi le escocía
aquello que oía que alguien se lo crea.

Palabra y mareas de ondear la nada.
Al traer espejo que al reflejo llama
y en cama de sombras se cuecen los ojos
como rojas llamas yacen circulares
aquellos seglares que arrancan los ojos
para sentir de nuevo los horrores ciegos.

Un círculo rojo de matar con fuego.
Bendecir cenizas, que aspiran e inspiran.
Que el mal se respira y alguien lo contagia.
La magia negra y el hechizo verde,
de la quinta frase, la fase por secta.
Alquimia e infamia de la misma rima.
Palcos de los miedos.
#PánicoSiniestro

  Érase no sé que hacer que se fuera como la primera de su cementerio. Un cuento con canto, un llanto de pago, al dolor lo intento, en el mo...