En la sesgadura de aquella frontera
en el mar de plata de aquella cadera
en el requisito de placer en mente
junto al cuerpo dulce de azúcar presente
en lo que en conjunto de amores escuece
cuando es tierno y sucio y seco se duerme...
La sed y la furia, a la vez en rabia, que la carne anhela solo sirve viva, liba su lenguaje al primer mordisco, un disco de lana, que escu...
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