Traía latas vacías para sus decorados roñosos, metidos en el carro todos su tesoros.
Con hilo de oro, tejiendo el cuaderno, todos sus infiernos, todos sus veranos, la pluma, la mano, en hojas de perlas con verso adecuado, todo registrado para hacer su historia.
Tras la esquina donde se anunciaba la función, en la entrada libre con consumición, al precio de una moneda, cartel de ignorancia, lo culto no apena y noches sin cena, no hay listo con hambre.
Detrás del cartón pinta su cara para el espectáculo, en la acera pasan los primeros espectadores sin mirar, parciales con la mirada en otras cosas, como un escenario que cambia cada día a la vista ciega.
En el cuaderno rosa, ceñida la prosa, y poesía en el negro, y en un cielo azul, con detalle y versos, en un mundo inmenso, que empequeñece todo, sale a actuar; que empiece el teatro.
En el escenario
se estrena a diario;
una gran mentira;hoy pasan mi vida...
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