En la tabla brilla, sonreía pillo, mano de cuchillo al dedo que hinca, trinca el corazón; sencilla la carne, la sangre rodaba como alicaída, de magma cuajado, su cuerpo sepulcro, en pulcros pedazos.
Historia de un cuchillo, sin cuerpo de acero
Roña de de sus venas de pena oxidada
Bolsas de basura de restos humanos
La mano perdida, la encontró sentada, llevaba un anillo.
La metió en su casa, con ella jugaba, le hacía un collar para estar en su cuello, ello y su caricia en su fresca piel, la llamó su hermana, y la quemó su pelo como cielo y calva como otra muñeca dala de comer
Prefirió lejía a tragar jabón, la llamó pulsera.
Sintió el accidente por sentir los padres, de luto presente, se siente famosa, sola para ellos
¿Dónde está su amor?
Los malos también aman, y matan y mueren
Su padre llegó a casa, dirigiéndose a su madre, al poco de gritar la golpeaba ruidosamente, y en la sala Marla, le hacía rizos a su hermana, que recuerdos tan bonitos, aún oye sus gritos, su coros preciosos
La mano
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