Servir en el placer de lo exquisito el frío requisito de lo amado, a lo que almacenado de su ser le pueda parecer más complicado, al filo del tajado corazón que pone la atención en el latido, que solo sometido al sentimiento al reconocimiento de su alma
al arma que le valga emolumento y al frío nacimiento de morir
alarma que la llama de su fuego al verse resbalar por las cenizas
y todo se hizo magia por sentir que puede recibir los sentimientos al frío nacimiento de vivir que siente que morir es cada día
que ya no le valía con el sueño que tiene que quererse con jactancia que tiene la libranza literal de todo comensal de sus encantos
y espanto en su quebranto vespertino que ya sabe el camino del dolor el duelo precursor de ser humano la mano de caricia bizantina de obra restaurando un rosetón que tiene la misión de su capricho
que solo le fue dicho para amarte a Marte como aparte de la luna la plata solidaria de sus ojos la plaza que la vista redondea que tiene la visión enamorada al canto que es cuanto una canción
al filo del abismo de su sueño que ponga todo empeño en el cariño que vuelva a ser un niño tan querido de todo lo que ha amado como viejo
portal de postales, postura de abierta, la puerta de entrada echa cerrajón Canción de cantinas, llantinas sedadas
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