De niebla tenebrosa en el portal Por tal de la penumbra diamantina
Que ve la oscuridad mirar al miedo la hebra de la punta de la siembra la vela que carece de tiniebla. Inflama la luz, corazón la llama, magma de cenizas...
Tripas del prosaico saco y casquería mosaico de mocos pocas poseídas obsesivamente mente retraída de tripas afuera hacia dentro arcadas Arcadas y helechos y espadas clavadas Hadas del acecho Al pecho de vino Al vino borracho De beber su sangre
La omisión de nada cada caso oscuro Cada miedo duro conjura el terror Por puro y brutal altos cataclismos
Cetro de una orgía que abrir por enteros centro de arrollar de ardor justiciero cuerpo al monumento de momento en carne que entabla y entierra y es de tierra y alma
Platos paralelos señales del verso un mundo primero de según perverso por ver sometido por meter al ciego versar poseído besar su diverso postres pretenciosos el hado y el hada Helado en la piel la miel en la lengua Y el gusto en el todo sabe a modo alguno
La cabra que vibra entabla y enroña entona y en timbra carcajada coja recoja delira remilga el milagro el cabrán escoja roja de su celo pelo balbucea que coma su queso un beso de adioses Gruñideros
las tiendas de perlas abiertas las nuestras las muestras sorpresas costas nacaradas lenguada de muesca mosca anaranjada dejada en los gajos de atajo al deseo ser lo poseído poesía es todo cuando modo eterno
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