Después de relegarte a contemplar que no puedes mirar entre sus ojos que entran sin querer aparentar que alguna vez sintieran su presencia
Latencia de su seno maternal que tiene materiales de tristeza
que brillan más allá de algún mañana, rebañan como el suero sus pastillas de vidas resurgidas de ansiedad que tiene libertades de su estrés que ve en ultratumba sobre el cielo el velo que lo ciega o lo engaña la vida de patrañas en aumento eleva el corazón de lo que ama
y llama cuando vela de la puerta abierta en el desierto de obviedad que alarma con su velo sustantivo que tiene en el recibo de la luz la cruz que sobrevuela de la sombra la obra del arte de las tinieblas que cobra con la muerte cada brillo de hacer de lo sencillo extraordinario
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