domingo, 15 de septiembre de 2024

aquellas que arrancaron de los ojos...

 

Y brilla para adorarse y enseñarlo que solo sabe usarlo en el amor que puede redentor sus comentarios que no hay un adversario en su razón que no es su corazón autorizado de todo lo brindado en las estrellas

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ver como servir en ellas, en ellos, aquellos de nosotros sin plural que tienen especial en un pasado de todo lo que brilla de apagar pagar por adorarse de pecados, la peca que en la carne del deseo beber en la manteca de la piel que solo es el mantel de sus anhelos

Que le puso una mesa sobre el cielo que cela del amor que le interesa que celda sin amante se lo cuela que le ha puesto la escuela de su velo que el cielo del amor se abre en la carne que taja y se relaja por matar que viene a desvelar que le rescata que cata le deleita neceser

pudiera parecer como que quiera que no quisiera ser como parezca

la magia y sumisión de las estrellas, aquellas que arrancaron de los ojos...

Antojos de hospedarse en la mirada en la casa encantada de los ojos matojos del dolor reconcentrado que viene deplorado por misión como la sumisión en el amor de todo aquel valor comisionado. La peca del pecado pecador que viene de la escama del pescado

la mar sin marea de rumor rumiado como su deleite del placer librado de lecho de leche que echar a los labios la teta y el beso y el amor maleta. la meta metida de lo que prometa. Entrar en lamentos lamen colocados Cotos de costura de apostura lesa gozos de junturas

Y trilla porque brilla de quemado de todo lo apurado las cenizas de las noches plomizas sin estrellas de aquellas que arrancaron de los ojos como en el desalojo de su ensalmo en salsa de salón privilegiado al arte que calibra en las entrañas patrañas o añoranzas de caricias.

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que tiene contra ellas su dolor que sabe que el color es el desangre de la luz en el cielo mineral de nube manantial que licua el velo de estela de actitud universal que sale por pasión de sus anhelos.

Que no vale la pena su regreso el peso delirante de sentir que tiene que morir cada momento.

Así como el tormento del amor, amante en la tormenta por amar. Que viene de endiablar naturalezas de altezas y bellezas contrapuestas. Si tienes la respuesta llámame que yo también amé por tu llamado.

La mira que en el verso se atesora que mina que prometa que lo pinta la tinta que recinto con las manos que guardan al secreto un corazón que tiene la ilusión enamorada.

Que mora en el espacio que atesora como la moradora en la odisea que crea que lo malo es lo de fuera que solo conociera su demonio que tiene el testimonio del infierno.

Solvencias de lo tierno en soledad, que tiene el almacén entre las manos, enlazan con los dedos, se hacen yemas, y crema de la flema flameada con solo una llamada le colgó que allí viniera a oír un desahogo

al lego por fantasma logopeda que pueda parecer lo natural como la posesión de un nacimiento que vive en el momento que respira que tiene que transpira el corazón como la situación de lo sentido.

La santa pantomima majestad que viene de parir la marioneta



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