Ancla de su cuello al primer mordisco,
al suspiro en viento que la sangre sueña.
Ancla de su cuello el nuevo degüello
del pronunciamiento, solo siente y rasga
que carga y latiga o siembra la herida
que nace servida, ya lista a morir.
Vista yugular, regular su sangre.
Un ojo avizor a la vez es pico,
que explica la sangre, estambre de sed,
solo red de carne solo de animales
que al mal ya son reses, de interés en carne.
Una red vigila la siga en vigilia como sisa y viola.
Como orca y celo que a la vez es torca,
o rata que vuela y deposa blanco.
En el cielo estanco se fuma su velo
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