viernes, 11 de julio de 2025

 

En los soportales las luces casuales del alma nocturna.
Aparenta bruma, afecta la espuma
que en la piel se canta como punta el pelo,
y falta en el cielo que abre su garganta,
danza a contra efecto de quieta asechanza.

Enternece y suela que aquello que cuela
no es el horizonte, ponte muy derecho
que lagar el pecho y desarrollar a latir entero.
Escuela del llanto por llorarlo tanto
por sufrir en cuánto plisando armonías,
al antojo crea que al deseo moja, escoja lo oculto,
de la oscuridad.

En la luz casual frente a un soportal
portal sin la puerta abierta al vacío
afín al espacio, en la piel palacio,
toda torre es carne y sangre corriente,
si al diente se ríe, si al frío se muere,
como luz estrella, estela tardía, un día sin noche,
una muerte eterna. Lunar de hueso.


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