miércoles, 16 de octubre de 2024

Llantor

 

No te mueras otra vez, no, no te vuelvas muerto. Dile mejor que no llore, que no deflore su implorar, que puede revisar cuando equilibra, que libra del querer la petulancia, que tiene la fragancia del deseo, de aquello de lo bueno sobre el cuerpo, que solo amor es tal como capaz.

Asaz de la saeta su silueta, que sale circunspecta de matar. Llegar como al lugar de su defensa, al ogro que lograba su recuerdo, al logro que lo graba para borrarlo. Siéntate y cuenta, por cuenta una silla, y allí o acá, saca de tu tiempo.

Romper a llorar y allanarlo todo. Canto cristalino de cristal de cacho, rasga la voz amor del desgarro como tarro entero de su torrentera. La frontera tapa, mapas de ciruelas. Resaca reseca, fresco su dolor. Escama y es cama que es amor pescado.

En la reconversión del erotismo, autismo del derecho de placer, pudiera suceder entre tus manos aquellos de los dedos de los dos, de dos de las yemas a las caricias paralelas. Escultura, ahora culta no, y no lo oculta es libre e idiota lo nota en la moda que modula el modo. Sota

Soltar como un arpegio diluviano la mano que complace su querer, que puede sostener entre tus brazos los trazos compartidos del latido. Soltar lo recogido de librarse, de darse sin reverso subversivo, vivo no, pero menos muerto, sigo. Elogio del odio que es sodio y vapor.

La pasión procesa una confesión, todo aquel lamento se integró a su cuerpo como la extorsión de su posesivo. Más vivo en la piedra que pueda más frío, la pide en la lengua la boca lápida. Fue a peder la tumba infinito polvo. Morbor, ese morbo resulta del humor de especie. Llantor

No hay comentarios:

Publicar un comentario

  Escalón temprano, recuerda un tropiezo, la mañana es obra del mismo silencio. Amor del prodigio que exhibe las cosas desnuda en el verso ...