Que todo es la raíz de quien enseña

 

Que todo es la raíz de quien enseña y empieza con la pieza de soñar que viene a regalar en cada dueño su empeño en el amor de poesía. Parece poseído de ansiedad será que ya la edad le desespera que espera como fuera realidad que todo es un paso hacia la muerte.

Si el verso no se acoge con cariño si fuente en cada niño la expresión que clama la atención de su reclamo que esclavo de razón de su delirio. Poseso, y posesivo

Que clama la amargura de la fe de lo que fue razón que desespera que acaso si supiera realidad que fuera lo contrario que le espera.

Profesa que el progreso es el regreso, de todo lo avanzado en regresión, que tiene perdición en la virtud. Como en el ataúd de los deseos. La tiene la mención de la suplencia de ver la indiferencia manifiesta. Si todo se lo debe a la ignorancia que sabe que no salve a resolverse

Y ver como latencia la intención como en una razón que se promesa que pase de alimento a bendición de aquello que supones un hogar. De aquello del lugar que hace una casa. Y todo lo que pasa no es pasillo.

Como aquel anfitrión de su castillo, de asomarse a la noche y pose el cuello de ver cómo le muerde en el cristal que vuela en el portal de cada sangre, no es hombre solo es hambre de tomar que le sale a ganar con lo que muere.

A la deriva yo iba o venía a la viva luz crecía la sombra al nombrar la tumba retumbarse un poco cada loco un sueño en un cementerio. Morir o vivirse para dejarse ir.

Pasar al encanto al espanto mima la estima de miedo del vello de punta de segunda flecha que va a toda mecha en su corazón ay, amar temprano.

Empezar la mano cuando no es caricia que dona delicia hacia la otra piel que es la misma y fiel que autoriza el celo como en el desvelo de su placidez, hay doquier derechos, hechos para amarse.

Le dejo una nota; ya regreso, no me llames nunca, ya sabes a en punto, la casa ganchillo de gritos de ratos de rotos de miedo por medio de impacto en el tacto romo como un alimento. Cenar sabandijas en su porcelana. Maña no prenda de vestir la moda toda tamaña. Mañana llueve.

Cuando pierdes lloras ven y mora, llora y mira cómo se respira como lloradora, ay llorar por todo que adora la lluvia por verse pluvia al soñar que tiene. Mar y lagrimales de secas marismas. Le rimó su costra, le costó una perla.

La vida latía pero talle oscuro de aquello de lo impuro del detalle, al valle estremecido de los ojos serán que los antojos se abandonan.

Cuando ganas lloras, lloras tanto pierdes, cuando quieres lloras por estar llorando. Llantos consentidos, conseguidos nunca. Nuca de ambiciones no perdones nunca. Hacer la cama con el deseo de deshacerla.

¿Quién fuera quizás su licor de cama? La llama en el olor, su ardor ofensivo del deseo vivo al brote y olor de fluir que gota la nota de gala, la pala de abismos de espejismos varios. A cava la tumba, a cavar la pala. Mal

Acaba lo que no empieza como la realeza el magisterio de todo aquel imperio del apego delega la indigencia y desapego. Luego no, una hora, un ahora mismo, ya. Cata de locura del mismo remedio.

Altar de altibajos bajo esplendidez pardiez de los años como engaños propios. Saltar lo soltado solo sal y explota, como cota y bomba. Comba nuclear. El loco tocó un botón para hacerse un traje y vistió una guerra. Seda y se da por querido, como seda amada. Sed amada.

Se hace como peso y dejadez que tarde para querer será mañana.

Almiar de lo mío, por pío al espacio, topacio una esfera de afuera hay leones, en el corazón su tesón oscuro al truco de magia que gracia al embrujo. Al brujo un hechizo que le hizo una letra cadena perpetua en su corazón la razón rimaba... Remaba sin llevar mi capaz vacío.

Marismas biliosas y otras cosas tuyas que quizás recuerde deje de buscar entre sus asuntos, un mundo de cosas de aparatosidad de enfermedad piadosa la diosa palabra que le habla a su idioma. Ágata arañaba la luna en la cuna nueva. Nuevas cosas viejas, pendejas no más. Vela vela

Y entre tela el cielo al velo el recelo de lo degustado que cuesta un disgusto. Un susto grato, al rato de miedo. De lo entre pelado.

Trastes y traiciones en el corazón de una canción que emoción aprenda de dar sorprendido a su viva voz, opera dora de su nacarado que aconseja en perlas. Soplo constantino, repentino y malo. Tablas no me hablabas para construir quien fuera a decir de hablar sin la punta.

De manta y de cruz de ataúd de culpa que cumpla en el cielo el velo de la pálida esperanza. Mantra de la cara máscara que aquella es ella en la piel. Facial y relevante de primera crema. Yema marga, amarga quema.

Últimos plenilunios de lo justiciero como un pordiosero sin suposición, destaca la tuya y le entrega y lo mata de muerte bonita esta estaca es tuya, destaca de todas, mira como llora muerta sin razón con su corazón que explota. Flota flotadora. No frota ni denota su placer. Vanp´

E ilusión tres La cara Z de una caracola. Bola e impacto de la gravedad. Salvedad temprana de mañana roma. Romanticismo salvaje, grelo y gala de escalda en el pelo como suelo frito. Tercera inocencia sin querer se mata. Vela velo, ilusión II, la versión ilusa.

Hyacinthus