Carga de un emblema versos sometidos al poder vacío a lo zafio y mal que igual es un genio en el lado malo, mal y magistral que registra tal a un nivel más alto asaltar estrellas y robar su brillo.

Truena en el palacio en aquel pasillo

la frente al ladrillo de estación de cuartos.

En los torreones sueñan los dragones

con el primer salto, al alto vacío, de sus alas libres.

Las salas de entierros, y ataúdes camas.

Tierra sobre tierra y de dos de manos,

de dedos de tierra.

Arcano y secreto, el veto del verso a un ritmo perverso, que al beso resuena, que llena y vacía para hacer sistemas. Temas sin conflictos ni guerras de cama, la ama en la noche que sueña que llama escama y dragón del cielo en sus alas. Las alas de bestias, la sal de la muerte.

De fuerte y de rabia que a veces encanta. Alcanza a temblar a asentir que tiembla.

Contenedor. Por pudor tenerte, retenerte quiero como un monedero lleno de interior. En el resplandor de aquel agujero. Robarte un te quiero pago con amor. Al primer descaro que caros sus besos.

Aria de pecado enfado menor.

Resalta en la cama, la yacida esposa sobre el alabastro al pulcro contacto de su blanca piel del eterno brillo, entrenar sencillo como mancillar. La mancha en la cama resalta el final, una lavadora filtra su atención. Un guion carcoma coman las termitas. Canta algo en re, le pide

que será, será, que a la vez quisiera, que fuera a volver y envolver que ama , la cama de rosas y babosas mantas aguanta al placer de nacer que encanta como canta en sueños de atendió al cariño que mató a su niño el hombre mayor.

Ensayos menores y apaños desnudos.

La grima no rema, ni rima la pena.

Solo es cristalina y sale salada, solo sal y llora.

Primaré este verso para tu emoción.

Lágrima ciaboga de llorar piscinas.

Aria del pecado en fa familiar.

Sedentaria y seca, peca de la piel, que un maldito toca.

Trocar los sueños.