Ante los delirios de la placidez
¿Quién tiene el poder de elegir los miedos?
Al trance en la bruma, la espuma que quema,
la mano de crema que pega la piel,
el pincel sin tema toma la caricia
y avaricia el arte de dar y crecer
al placer maestro nuestro conceder.
Poder pudoroso de acoso ladino.
Vetos a lo puro, al poder oscuro, de malo al nacer.
Sostener al bicho. Al dicho para uno.
Tiene el poder de hacer con la vida todo lo que quiera.
Fue a besar un rayo y entonar un trueno.
Que no habrá poder que lo pueda todo.
Mansa sinfonía ante la batalla
aquello que calla que es tensión coral
la voz de cristal que desgarra el alma
y la tensa calma que corta las venas.
No hay poder sin arte, ni partes eternas.
Poder callarse para soportar.
Soportal del sueño puerta a suceder.
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