Obscena alegría consumiendo pena,

suena en el lamento el conocimiento

alzaba la voz, recogida en noche,

encanto y reproche, asentir la cama,

se lo toma en sueño, empeño lo escucha

que el aliento es mudo, desnudo su tiento

el amor declina para conjugarlo, con jugo de amar.

O mito su cuento sentir estupendo

así como vivo sigo respirando.

La vista que ocupa a la vez es lupa,

a la vez es obra que aquello que cobra

es su paladar. Para dar mil besos.

Aleluya casta, salta por perdida,

al coro lo olvida , y aquello que pida

es lugar maldito.

Cita en el hechizo aquello que hizo

solo con palabras y obras del caldero,

del puedo al cocer sustraer lo dicho

al sentir prohibido su mal por derecho.

Su velo de mora de explorar perverso

al furor espeso de tales locuras,

curas razonadas dadas en pastillas,

sillas tumefactas al soñar son lupas

y la culpa agranda y engendra temores

que valgan horrores que el temor incauta.

Yermo de mural, a la escala toma,

que torna y regresa, es pesa de aliento,

viento de la forma que toma lo espeso,

a pesar lo colma, todo el mundo entero,

enfermo y tendido, descuido lo eluda

que muda en su nido, sonidos vacíos.

Desnudo en la carne al principio es piel.